dijous, 5 de juny del 2008

Miedo y asco en Las Vegas

Increíble el papel que desempeña el “doctor en periodismo” en Miedo y Asco en Las Vegas, la novela de H. Thomson.

Si desaparecer de la noticia para explicar los hechos con objetividad es la máxima que debería regir el oficio del buen periodista, Thomson o Raoul Duke, tal y como firma el periodista en los actos a los que asiste (o las facturas que no pagará de los hoteles en los que se aloja) es la antítesis del supuesto buen periodista.

Hemos de retroceder unas décadas, concretamente hasta los años 70, porque el contexto resulta determinante para explicar una experiencia. Miedo y Asco en Las Vegas se presenta como un ‘diario de a bordo’, en el cual el periodista ‘inventor’ del llamado ‘periodismo gonzo’ relata su apasionante viaje a Las Vegas. Y es interesante resaltar que el término viaje adquiere un doble sentido en la novela: tanto su visita a Las Vegas como su paseo por el infinito mundo de las drogas.

El periodismo “gonzo” consiste en que el protagonista central de la noticia es el propio periodista. Partiendo de la base de que la objetividad no existe, Thomson explica su experiencia en Las Vegas desde un punto de vista tan íntimo y personal como sólo puede alcanzar el monólogo de un cerebro inundado por el ácido. El terror de algunas alucinaciones, el odio a lo que encuentra en Las Vegas, la constante sensación de que tiene algo que hacer (trabajar para una revista, tiene que hacer un reportaje) y las alucinaciones y asombrosas actuaciones dirigidas por la ‘expansión mental’ hacen del libro un relato trepidante y con un toque de humor bastante irónico.

“El maletero del coche parecía un laboratorio móvil de la sección de narcóticos de la policía. Teníamos dos bolsas de hierba, 75 pastillas de mescalina, 5 hojas de ácido de gran potencia, un salero medio lleno de cocaína y toda una galaxia de pastillas multicolores para subir, para bajar, para chillar, para reír… y, además, un cuarto de tequila, un cuarto de ron, una caja de cervezas, una pinta de éter puro y dos decenas de amyls” (fragmento de la novela de Hunter S. Thomson, Miedo y Asco en Las Vegas)

Pero no sólo es una descripción sobre los efectos de una gran cantidad de drogas; Thomson no se desvincula ni del contexto ni de la política, y son múltiples las referencias al mundo y el tiempo en el que vivía, materializadas en diversas críticas a personajes contemporáneos (el nombre no aparece muchas veces por decisión del abogado editor). También describe ampliamente los eventos a los que asiste como periodista (aunque con falsas identificaciones para camuflar sus alocadas acciones), que ambientan el relato en una época y un espacio concreto: Las Vegas.

Thomson busca en la ciudad el ‘Sueño Americano’, y el protagonismo que adquieren las drogas sirve también para explicar el momento que vivía el periodista. Las drogas no funcionan sólo como una justificación al estado mental del protagonista, sino que también se integran en la trama de la novela. Queda claramente retratado el tema de la ‘cultura de la droga’, y queda patente la desinformación que reina entre los que hacen ver que saben. Thomson realiza una crítica a la Convención Nacional de Fiscales de Distrito de Las Vegas. Relata cómo se cuela con su abogado, ambos con la cabeza invadida por el ácido, entre miles de policías que machacan sin descanso los ‘peligros de la marihuana’. Transcribe el lema de la convención: “Si sabes ven a enseñar, si no sabes ven a aprender”. Es irónico que Raoul Duke (Thomson) siente que no puede enseñar y tampoco aprender de ellos; sin embargo, al final del libro, realiza una magnífica lección sobre la ‘cultura de la droga’ de la época y su evolución hasta dicho punto, dejando claro que los fiscales no tenían ni idea de lo que consumían los jóvenes (sintiendo que incluso él se había quedado estancado en una época anterior de la droga), y que llevaban varios años de retraso en cuanto a información.

En fin, un viaje impactante, instructivo (porque a veces la lucidez aparece en los momentos en que la mente parece completamente enajenada), que describe Las Vegas y su experiencia allí a través de múltiples anécdotas que hacen reír y, también, abrir los ojos.

TEBEOSFERA

Una interesante conferencia sobre el universo del cómic español. Además, presentación de una nueva página web (la 2ª edición de Tebeosfera tras la parada en 2004) en la que por fin se encontraran catalogados todos los cómics españoles. Era necesario crear esa base de datos sobre el universo del cómic, porque en España se ha intentado hacer creer que el cómic no formaba parte de la cultura, y se ha relegado a un segundo plano, a veces marginal. Parece que ahora se recupera un poco, que la gente se interesa un poco más, y es interesante poner al alcance de todo el mundo un sitio web donde poder informarse bien y con garantías de investigación científica, sobre el mundo del cómic.

El responsable de la web explica que no existe afán lucrativo. Además, hace un repaso a través de la historia del cómic español, desde el boom en los 70, hasta su marginación y su leve recuperación. Intenta, por lo tanto, promover el cómic como un elemento más de la cultura y el arte, y tratar de alcanzar el mismo nivel que en otros países con mucha más cultura del cómic que España, como Bélgica o Francia.