dimecres, 30 d’abril del 2008

Bukowski & Chinaski

"Ser fotografiado no hace a un hombre ser buen escritor. N0 hace ser nada a un hombre." Bukowski




Charles Bukowski, escritor polifacético y repudiado a lo largo de su vida en el ámbito literario norteamericano. Nació en Alemania, en 1920, y murió en Los Ángeles, la ciudad en la que pasó la mayor parte de su vida, 74 años después. A veces se le ha incluído erróneamente en el grupo de la Generación Beat por su similar visión de la dura y fea realidad, y la forma de escribir. No obstante, la relación existente entre la Generación Beat y Bukowski no era muy cordial.
Considerado ahora un símobolo del 'realismo sucio' y la literatura independiente, ha sabido crear un universo propio con su literatura y sus poemas. Henry Chinaski, el que probablemente es el alter ego del escritor, el protagonista de muchas de sus novelas que adquieren un carácter autobiográfico ('La senda del prededor', 'Mujeres'...).

Bukowski es un gran escritor, con mucha imaginación y una parte cercana a la perversión, que sabe plasmar con sus letras. Provoca tanto rechazo como obsesión hacia él; inteligente y solitario, es capaz de hacer sentir nauseas desagradables, al mismo tiempo que puede invadir tu interior con sentimientos realmente tiernos, como el miedo... Esa figura de duro, machista y egoísta, que en realidad sólo trata de gritar a los cuatro vientos que tiene miedo de tratar con la gente...

Descubrí que Bukowski tenía algo más que gracia escribiendo cuando leí sus relatos. En sus novelas, de ritmo rápido e irónico, logra crear un universo propio, que se interconecta en diferentes libros ('La Senda del Perdedor' es de su infancia y adolescencia, en 'Mujeres' es ya un cincuentón y en 'Hollywood' es ya más mayor y mira de asentar un poco más su vida). Sin embargo, en sus relatos explora campos de la imaginación más perversos, vagando entre lo moralmente incorrecto y ríos de alcohol... si hay un protagonista de todos sus escritos podría ser, probablemente, el alcohol.




A pesar de todas las críticas que recibió a lo largo de su vida, Charles Bukowski siempre mantuvo su peculiar forma de escribir, ruda, directa y sincera. Un estilo diferente, propio y fuerte. Pienso en sus ideas y, a pesar de los millones de diferencias, pienso en Oscar Wilde y en su época. A Wilde lo juzgaron varias veces porque sus obras eran consideradas 'inmorales', y que incitaban a la juventud a actos deshonrosos... 20 años después de la muerte de Oscar Wilde, nació Charles Bukowski, y se encontró en un contexto más moderno pero igual de 'moralista', lo que hizo que sus obras y su modo de vida no fuesen bien vistos por la sociedad estadounidense. A él no lo llevaron a juicio por sus obras, aunque sí que estaba fichado por el FBI debido a unos escritos que molestaron a diversas ramas del gobierno, creo que en 'Escritos de un viejo indecente'. Todo quedó en una profunda investigación de Bukowski que incluía entrevistas con vecinos y conocidos.
No obstante, al tratarse ya del contexto de mitad del siglo XX, coincidió con otros exponentes de la literatura 'suburbana', que poco a poco fue haciéndose un hueco en la moda literaria más marginal.

Pero no sólo se dedicó a escribir novelas, relatos o poemas. Se caracterizaba por sus 'lecturas' de poesía, a menuda bañadas de alcohol e insultos, y también cultivó otros ámbitos del arte, como la pintura.


dimecres, 16 d’abril del 2008

Risto Mejide... ¿el 'House' de la televisión?


Evaristo Mejide, nacido en Barcelona hace 27 años, se ha convertido en un nuevo ídolo de la masa de espectadores tras varias intervenciones como jurado en el conocido reality show, y repetido hasta la saciedad, 'Operación Triunfo'.
No habría llegado a ser tan conocido, pero quizás sí un poco más respetado, en su trabajo como directivo de agencias importantes (Bassat, Ogivy... entre otras); pero él decidió dar el salto a la tele y exprimir su 'creatividad' machacando a los concursantes del reality. Representa el papel del 'malo' de la película, exhibiendo un carácter amargo y sarcástico, a lo'House' en su hospital (pero, no olvidemos que 'House' es ficción, que todos representan un personaje para la serie...), él se dedica a decir lo que quiere y como quiere sobre las personas que se dirigen a los escenarios de OT para cantar, o intentarlo al menos.

Le pagan para comportarse así, para aparentar ser insensible y totalmente carente de conciencia crítica; le pagan para ser maleducado y faltón, sin ningún tipo de remordimientos sobre lo que sus palabras pueden afectar a personas que, te parezca mejor o peor, tienen su sueño e ilusión puestas en cantar (personas, no actores ni actrices). Le pagan para que humille a todo aquél que le apetece porque, además, no tiene un criterio coherente. Alguien puede caerle mal solamente por la ropa que lleva, el estilo que tiene al caminar y, sobre todo, la imagen...
Cualquier aspecto personal o profesional del concursante puede ser víctima de las burlas crueles de Risto. Aunque el concurso, en principio, hace ver que trata sobre 'cantar', en esta edición puede comprobarse cómo todos y todas son monísimos... el papel de la gorda y superprotegida Rosa ya no interesa.

Más allá de culpar a Risto por su actitud, la cuestión más preocpante es pensar por qué los directivos de la cadena le pagan por aparentar esa personalidad (que, en realidad, ni sé ni me importa si es la suya): la fórmula 'borde-cruel' funciona, y la masa de espectadores, desde sus casas, es lo que quiere y pide ver... ¿Cómo cantan? ¿Qué más da eso? Es más interesante ver cómo alguien les humilla...

La caída de Hamlet

Toda una visita a los pensamientos de un reinventado Hamlet; aunque, en esencia, clásicamente shakesperiano

Jordi Oriol Canals interpreta a un Hamlet con vaqueros y camiseta, un joven moderno que no pierde su personalidad melancólica y reflexiva. A lo largo de 40 minutos el autor del texto del monólogo se convierte en un Hamlet catalán y moderno, con toques irónicos e incluso humorísticos. Juega con las palabras, refiriéndose a cosas actuales que provocan risas entre el público. Al compás de sus movimientos en el escenario, y su inmovilidad en el mismo en momentos determinados; a través de sus palabras, más intensas a medida que avanza la obra, y de sus silencios, profundamente significativos… Jordi Oriol logra sumergirse en los pensamientos de Hamlet, en su ser más profundo y puro.

Él solo en el escenario acompañado de su soledad, representada mediante una voz en off que rebate, discute y completa la voz de Hamlet. Esa voz que simboliza los diferentes pensamientos que alberga una sola alma… la locura que se le achacaba al Hamlet clásico.

El texto, escrito por Jordi Oriol, penetra profundamente en las dudas del personaje, las preguntas que se planteaba a sí mismo y a los demás, aunque siempre terminase contestándose, (o no encontrando respuesta), en sus propios pensamientos. Logra extraer al personaje de Shakespeare del terreno de los actos, para presentar únicamente sus ideas, sus constantes dudas, su caída…

El aire moderno que le da al Hamlet del escenario, con bromas y versos referidos a la lengua catalana y un humor que va de lo irónico a lo absurdo, complementa perfectamente la parte melancólica del personaje y sus profundas reflexiones, además de conectar de manera directa con el público. La obra, dirigida por Xavier Albertí, logra alcanzar un equilibrio perfecto entre los elementos que utiliza para conmover y transmitir al espectador, Hamlet se vuelve cercano e íntimo. Muestra un joven camaleónico, idealista, que puede pasar de la dulzura a la intensidad más fogosa; de lo absurdo a lo profundo; de lo concreto a lo abstracto; de la sensualidad a la melancolía… Y sobretodo expresa de forma entretenida y bella el existencialismo que embargaba a Hamlet.

Jordi Oriol interpreta magníficamente el papel del Hamlet que él mismo ha reinterpretado, y hace honor a su preparación y trayectoria en esta obra. Ha dirigido diversas obras de teatro, entre ellas Concert per a sis oficinistes i un lloro, representada en el Teatro Romea en 2006, Digestions mentals (AREAtangent, 2006), Three More Sleepless Nights de Caryl Churchill en Londres (The Band Theatre, 2005)… También le hemos visto como actor en la obra Mil Tristos Tigres, dirigida por Àlex Serrano (Festival Neo, 2006) y ha trabajado como ayudante de dirección de Stefan Metz en Are you talking to me?, entre otras cosas.