dimecres, 16 d’abril del 2008

Risto Mejide... ¿el 'House' de la televisión?


Evaristo Mejide, nacido en Barcelona hace 27 años, se ha convertido en un nuevo ídolo de la masa de espectadores tras varias intervenciones como jurado en el conocido reality show, y repetido hasta la saciedad, 'Operación Triunfo'.
No habría llegado a ser tan conocido, pero quizás sí un poco más respetado, en su trabajo como directivo de agencias importantes (Bassat, Ogivy... entre otras); pero él decidió dar el salto a la tele y exprimir su 'creatividad' machacando a los concursantes del reality. Representa el papel del 'malo' de la película, exhibiendo un carácter amargo y sarcástico, a lo'House' en su hospital (pero, no olvidemos que 'House' es ficción, que todos representan un personaje para la serie...), él se dedica a decir lo que quiere y como quiere sobre las personas que se dirigen a los escenarios de OT para cantar, o intentarlo al menos.

Le pagan para comportarse así, para aparentar ser insensible y totalmente carente de conciencia crítica; le pagan para ser maleducado y faltón, sin ningún tipo de remordimientos sobre lo que sus palabras pueden afectar a personas que, te parezca mejor o peor, tienen su sueño e ilusión puestas en cantar (personas, no actores ni actrices). Le pagan para que humille a todo aquél que le apetece porque, además, no tiene un criterio coherente. Alguien puede caerle mal solamente por la ropa que lleva, el estilo que tiene al caminar y, sobre todo, la imagen...
Cualquier aspecto personal o profesional del concursante puede ser víctima de las burlas crueles de Risto. Aunque el concurso, en principio, hace ver que trata sobre 'cantar', en esta edición puede comprobarse cómo todos y todas son monísimos... el papel de la gorda y superprotegida Rosa ya no interesa.

Más allá de culpar a Risto por su actitud, la cuestión más preocpante es pensar por qué los directivos de la cadena le pagan por aparentar esa personalidad (que, en realidad, ni sé ni me importa si es la suya): la fórmula 'borde-cruel' funciona, y la masa de espectadores, desde sus casas, es lo que quiere y pide ver... ¿Cómo cantan? ¿Qué más da eso? Es más interesante ver cómo alguien les humilla...